miércoles, 8 de mayo de 2013

Termas romanas


Baños públicos romanos en Bath, Inglaterra. Reconstrucción posterior del área de baños.
Las termas romanas son recintos públicos destinados a baños típicos de la civilización romana. En las antiguas villas romanas los baños se llamaban balnea o balneum y si eran públicos thermae o therma.
Eran baños públicos con estancias reservadas para actividades gimnásticas y lúdicas. También eran consideradas lugares de reunión y a ellos acudía la gente que no podía permitirse tener uno en su casa, como los plebeyos o los esclavos. A veces los emperadores o los patricios concedían baños gratis para el resto de la población.
Los baños, tanto públicos como privados, han estado presentes en muchas de las civilizaciones a lo largo de la historia. Son numerosas las prácticas, religiosas y sociales, que desde la antigüedad se han venido teniendo como acto principal el baño, asociado este a la limpieza, tanto del cuerpo como del alma o espíritu, a la purificación.
Hoy día hay religiones que mantienen las prácticas de la purificación mediante el baño o la limpieza de una parte del cuerpo. La religión musulmana tiene una serie de ritos conocidos como abluciones, que exigen de los fieles un protocolo de limpieza concreto en ciertas circunstancias especiales. De la misma manera los creyentes hindúes tienen prácticas similares.
La función social, e incluso medicinal, de los baños y termas se ha mantenido durante toda la historia hasta nuestros días. En la civilización romana la institución de los baños, las termas, era fundamental en los servicios que los ciudadanos debían tener. Las termas públicas romanas respondían a una función social y política. Fueron lugares ideales para la conversación relajada, el recreo y la relación social, con todo lo que ello significaba. Se cuidaba el ambiente con una delicada decoración en donde no se escatimaban medios, llenando las estancias de maravillosos fresco, mosaicos y estatuas.

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